La salsa de Rosas

     Con el texto de David Hume “Sobre la delicadeza del gusto y de pasión” tomé como ejemplo la película “Como agua para Chocolate” de Alfonso Arau. Hume explica en su texto que la forma de perder poco a poco la delicadeza de pasión es a través del gusto, cultivando y educando el gusto por la bellas artes y es allí cuando se mejora la sensibilidad con las pasiones delicadas a la vez que turbulentas. En este film de “Como agua para chocolate” La protagonista Tita siendo la menor de la familia es obligada a seguir con una tradición familiar; en donde la hija menor no puede casarse y debe cuidar de su madre; la vida de Tita se complica cuando le prohíben casarse con su amor de infancia, Pedro, el cual pide la mano de la protagonista en matrimonio.

     Su madre al negarse le propone que se case con la hija mayor para que olvide su interés con Tita, a lo que Pedro accede para estar cerca de la mujer que ama  (Tita). Es allí cuando Tita y su habilidad culinaria aprendida por la cocinera que la crió, comienza a comunicarse con Pedro por medio de los sentidos. La escena en especifico es la preparación de la salsa de rosas con codornices, en la preparación de la salsa mezcla un ramo de rosas que le regaló Pedro y es por medio de ella que comunica las emociones más delicadas y suaves, es allí cuando surge un momento de excitación en donde el catalizador es la hermana de Tita, Gertrudis.

La Chispa

     Continuando con Kant, sobre “las facultades del ánimo que constituye al genio” pude asociar un poco lo entendido con la película “The invention of Lying” de Ricky Gervais y Matthew Robinson. En donde una realidad alternativa, nadie miente sólo dicen la verdad en cualquier circunstancia, sin moral ni creencias religiosas. El ambiente de la película muestra una naturaleza controlada en donde no parece existir una libertad en el pensamiento, debido a que sólo dicen la verdad sin tener la habilidad de mentir. El genio está como opacado por un mundo mecanizado, el espíritu está muerto como en una constante depresión, no existe el ánimo o la voluntad de vivir y crear; por lo que personajes en la película no encuentran la forma de sobrellevar su realidad y el pensamiento de suicidarse o tener la voluntad de al menos hacerlo los deprime aun más.

     La situación está en el protagonista, Mark Bellison, que trabaja en la sección de historia en una televisora, él se encuentra frustrado por lo aburrido de escribir sobre el siglo XIII (una y otra vez) y que a nadie le gusta ver su sección del programa (porque es historia) es vejado por todo su ambiente de trabajo y en general su vida es deprimente. El momento en donde todo cambia, para él, es donde tiene conciencia de su realidad; está obligado a dejar su apartamento si no paga la renta y al mismo tiempo es despedido de su trabajo. El hombre gordo (Mark Bellison) se  traslada hasta el banco para retirar su dinero y cerrar la cuenta, la cajera le informa que el sistema está caído, pero que le puede decir cuánto dinero tiene en la cuenta para retirarlo.

     Es allí donde Mark tiene ¡La chispa!  En su propia naturaleza, su espíritu abre los ojos y a través de la voluntad que tiene y ante sus circunstancias. En cuestión de segundos, el genio a través de la imaginación y el entendimiento se produce la idea y la idea de Mark fue la primera mentira en su mundo, alegando poseer 800$ pero que al regresar el sistema, la cajera le indica que tiene 300$ ella lo toma como un error del sistema. Otro momento durante el film es cuando su madre está a punto de morir y siente miedo de lo que pasará; es cuando vuelve a mentir Mark, imagina un paraíso y eso le relata a su madre que le cree completamente antes de fallecer dándole paz a su alma.

     Una película que refleja que es naturaleza en el ser humano, mentir y crear un mundo de ficciones para vivir, aquí encontré una relación con el texto de Kant sobre la facultad del ánimo en el genio llevado a esta realidad alternativa donde mentir es un arte.

El conocimiento está en lo que comemos.

    La historia del Genio y el Necio empezó en una aldea muy remota en latinoamérica, una hambruna se disparó por la falta de comida, muchas personas alegaban que los animales habían desaparecido por castigo divino, otras simplemente se miraban con apetito. Necio por ejemplo era una persona cerrada para dar, a los suyos alimento,  sólo buscaba alimento por medio de hierbas y ramitas. Necio explicaba cómo se debía buscar el alimento para crear el plato ejemplar y sobrevivir con poco empeño. Pero a unos metros vivía Genio, que con gran alegría y un uso increíble en el arte de la palabra, llamaba la atención de muchos aldeanos con fantásticas historias. 

   Genio dominaba con naturaleza innata este arte, cada día con criterio comparaba entre sus cuentos y con originalidad preparaba el relato con mucha voluntad en sí mismo. Lo que nadie esperaba era que aparte del arte de encantar con palabras, encantaba con suculentos platos donde rebosaba la carne con brillo y olor. Necio desencantado pregunto cómo lo hacía, pero el Genio le explicó que era innato en su naturaleza e imposible de explicar algo que con práctica se desarrolla, pero puso a prueba su juicio y le pidió que se sentase a probar un plato en compañía de las historias de Genio.

    En cada bocado el Necio probó y saboreó mientras se preguntaba él cómo encantaba con sus historia y el por qué de la carne. No podía con el “como si” y sí fuera un charlatán y si la carne en el plato fue de la viejita dulzona que le aplaudía varios días atrás por sus historias; todo era una suposición, ideas que no llegaban a algo concreto. Terminó con sabor amargo de emitir un juicio ante su vecino. Al levantarse para tomar algo de beber tuvo temor de dar la espalda a su comensal, buscó de donde beber sin percatar que el Genio con sonrisa lo acompaña con su vista. Súbito en la nuca recibió y en el suelo se encontró, mientras el hombre que se borraba lentamente de sus ojos le decía que sólo un Necio le pregunta a un Genio el cómo de su arte, si para este es imposible de describir, la naturaleza le dio este don imposible de perder.

    Genio en la  práctica de su arte logró ser y encantar sólo un Necio se le acercó a preguntar y con su cuerpo el conocimiento logró alimentar.

(Aquí empecé por Kant )

Sin título

     Después de transcurrir el mes de las festividades decembrinas, sufrí algo que catalogo como un post-diciembre, ese bloqueo y rechazo de volver a reiniciar en el mes de enero actividades inconclusas. Hasta que hace unos días me topé con ciertas guías de textos, quizás conocida para mí y decidí darle un ojo a una de estas guías la cual se titula estética, pero con cierto temor (como quién ve a un bicho raro) a ver que podía entender y luego reflejar en forma de “diario” o práctica de escritura íntima como se podría llamar. Dando así inicio en definitiva a una actividad inconclusa pedida en la materia.